SITUACION FISCAL EN BOLIVIA
En el caso específico de
Bolivia, tomando un periodo similar, pero actualizado con el último dato
disponible (2011-2018), se observa que el déficit subió en 9,0% del PIB
(considerando que en 2011 existía superávit). En este periodo, en promedio
anual, los ingresos
cayeron en 1,6% del PIB y los gastos se incrementaron en 1,3%. Si bien el
incremento promedio de gastos es menor al de SA en su conjunto, en los últimos
años, el déficit en el país se incrementó rápidamente.
Después de la caída de precios
de commodities en 2014, Bolivia enfrento un entorno macroeconómico distinto que
ha repercutido en desequilibrios internos y externos. En el artículo IV del FMI
para Bolivia (2018), se necesitan políticas de ajuste que aseguren estabilidad
macro y limiten el incremento de vulnerabilidades. En cuanto la política
fiscal, el informe sugiere implementar un marco fiscal basado en reglas anclado
a un objeto de deuda a medio plazo; reducir el déficit primario no relacionado
a hidrocarburos en 1,4% del PIB por año (versus 1,2% que sugieran en el informe
2017) para restaurar el balance externo en el corto plazo y detener el
crecimiento del endeudamiento público; así como, contener el crecimiento del
gasto salarial e inversión pública y hacer más progresivo el gasto social.
INGRESOS, GASTOS Y WINDFALLS
Bajo un análisis histórico de
los agregados fiscales en escenarios de shocks (boom) de ingresos se observa
que, en el caso de Bolivia, este fenómeno se ha repetido con relación al precio
de materias primas que el país ha exportado y han sido fuente importante de
ingresos a lo largo de su historia. Como se observa en los gráficos a
continuación, se ha encontrado dos grandes ciclos (booms) de precios
internacionales favorables por los que atravesó Bolivia en los últimos 48 años
y que, inicialmente, han beneficiado a los ingresos fiscales: el primero, de
1974 a 1985 y el segundo, bastante reciente, entre 2003 y 2014.
Es necesario hacer una
precisión en cuanto al último periodo mencionado, pues la introducción del IDH
en 2005 que, acompañada de un entorno externo favorable en un escenario de
boom, ha incidido directamente en el incremento sustancial de ingresos
públicos, situación que de otra manera no se hubiera presentado en la misma magnitud.
A partir de ello, se considera relevante realizar un análisis sobre cómo
reacciona la autoridad fiscal en Bolivia frente a estos shocks en sus ingresos.
En este sentido, evaluar el
desempeño de los factores sobre los cuales la autoridad si tiene control
permite orientar las decisiones de política hacia el logro de mejores
resultados económicos, así como evitar reincidir en malas prácticas. Es decir,
tomar en cuenta el efecto de aquellos factores exógenos con el fin de potenciar
sus efectos positivos y minimizar los negativos.
Bajo lo anterior panorama, se
observa que los ingresos han tenido un comportamiento similar al de los precios
internacionales de commodities, aumentando en periodos de boom y
posteriormente, una vez terminado el ciclo, se han visto mermados. A partir de
ello, se han generado déficits fiscales difíciles de contener inmediatamente
después del fin de ciclo, tanto en el primer periodo de boom como en el
segundo. Esto lleva a pensar que la razón, en su momento, fueron financiados con
incrementos de ingresos extraordinarios temporales (windfalls).
CICLOS ECONÓMICOS, FLUJOS
EXTRAORDINARIOS Y DESEMPEÑO FISCAL
Una manera de calcular el
comportamiento cíclico de la economía es mediante la brecha del PIB, la que
muestra en qué medida existe diferencia entre el producto observado y el
producto potencial.
Es así que, a continuación, se
presenta la estimación de la brecha del PIB y se la contrasta con el
comportamiento del componente cíclico del gasto públicol. Se observa que el
comportamiento del gasto sigue una conducta similar al del ciclo económico, lo
que hace presumir una prociclicidad de la política fiscal en Bolivia desde la
década de los años 70.
GASTO PUBLICO MAYOR A INGRESO
FISCAL
La herencia fiscal dejada por
el ex presidente Morales (2006-2019) fueron: 8 años (2006-2013) superávit
fiscal acumulado de 14,5 por ciento respecto al PIB, 7 años (2014-2019) déficit
fiscal acumulado de 46,8 por ciento respecto al PIB y neto un déficit fiscal
acumulado de 32,3 por ciento respecto al PIB.
La tendencia del déficit
fiscal global es creciente, excepto el 2019 y la tasa de crecimiento económico
real del PIB es decreciente, registrando el 2019 la tasa más baja de 2,22 por
ciento. La deuda pública (déficit fiscal) (6) está creciendo más rápido que el
PIB real. Es más costoso financiar la expansión fiscal y menor es el impacto de
éste en el crecimiento económico real, sin embargo, el propósito de proteger la
vida de los ciudadanos lo justifica y se tiene que continuar recurriendo al
crédito externos, para la supervivencia del País ante las dos amenazas de la pandemia
y la recesión económica.
Es urgente que se atienda las
necesidades del sector salud y las medidas económicas que están siendo
aprobadas destinadas a proteger a los 11 millones de bolivianos del virus y de
la recesión económica utilizando el gasto público como herramienta económica no
convencional y otorgando liquidez a la economía, particularmente al Tesoro
General de la Nación.
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